Artículo Cuaderno de Trabajo Social, n.° 19, 2022

Personas mayores: experiencias de relaciones intergeneracionales dentro de los países latinoamericanos

Autor(es)

G. Bernarda Aedo, Karen Garcés, Eliana Pichulmán

Secciones

Sobre los autores

RESUMEN

El siguiente artículo mostrará los resultados de la investigación cualitativa de tipo documental sobre las experiencias de relaciones intergeneracionales en países de Latinoamérica, como Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay, los cuales fueron analizados desde la gerontología crítica en los ámbitos educativo, sanitario y comunitario. Las técnicas utilizadas fueron fichajes y análisis de documentos, revisando los últimos diez años del estado del arte sobre el tema, por medio de la matriz de análisis de efectos y matriz de categorías y subcategorías creada para esta investigación. La información obtenida corresponde a fuentes secundarias que consiste en libros, revistas científicas y documentos de organizaciones internacionales. Basando la investigación en la Gerontología Crítica, mirando a las personas mayores con perspectivas renovadas con un enfoque positivo buscando el desarrollo integral del individuo, enfocándonos en la metodología hermenéutica. En cuanto a los resultados se evidencian los efectos positivos de las relaciones intergeneracionales, observando una mirada diferente en torno a la vejez por parte de la generación más joven, reconociendo las experiencias y sabiduría que poseen las personas mayores. Frente a estos encuentros de relaciones intergeneracionales existe una reciprocidad en el intercambio de conocimientos, aportando a la solidaridad intergeneracional y sobre todo a un envejecimiento positivo.

ABSTRACT

The following article will show the results of the qualitative documentary research on the experiences of intergenerational relations in Latin American countries such as Argentina, Chile, Colombia, Mexico, and Uruguay, which were analyzed from the perspective of critical gerontology in the educational, health and community fields. The techniques used were document files and analysis, reviewing the last 10 years of the state of the art on the subject, by means of the effects analysis matrix and the matrix of categories and subcategories created for this research. The information obtained corresponds to secondary sources consisting of books, scientific journals, and documents from international organizations. Basing the research on Critical Gerontology, looking at the elderly with renewed perspectives with a positive approach seeking the integral development of the individual, focusing on the hermeneutic methodology. As for the results, the positive effects of intergenerational relationships are evidenced, observing a different view of old age on the part of the younger generation, recognizing the experiences and wisdom that older people possess. In the face of these intergenerational relationship encounters, there is reciprocity in the exchange of knowledge, contributing to intergenerational solidarity and above all to positive aging.

INTRODUCCIÓN

A nivel mundial, a medida que aumentan las tecnologías en el ámbito de la salud, también lo hace la esperanza de vida, lo que se refleja en una sociedad más envejecida, contribuye a ello que ha descendido la natalidad, y han aumentado las migraciones en algunos territorios, lo que genera la necesidad e importancia de trabajar temas sobre envejecimiento y vejez.

Por ende, es fundamental profundizar en las relaciones intergeneracionales, tanto en nuestro país como en Latinoamérica, es por ello se puso énfasis en las relaciones que los mayores tienen con las distintas generaciones, eligiendo algunos de los países de Latinoamérica, como: Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay. Seleccionados dado que poseen características similares en el aumento de la esperanza de vida y en las proyecciones de envejecimiento siendo países que tendrán los mayores índices de personas mayores y baja población de jóvenes. Como se señala en un documento de la Cepal, “la prolongación de la vida por el descenso de la mortalidad aumentó la proporción de personas mayores […] que subió del 6% en 1965 al 11,8% en 2017” (Huenchuan, 2018, p. 32).

Estudiar estas temáticas permite fortalecer los programas sociales, generando que los gobiernos pongan más énfasis en leyes que resguarden el envejecimiento positivo. En cuanto al Trabajo Social como disciplina y las Ciencias Sociales en general son un aporte a la creación de programas o proyectos que pueden cambiar la forma en que la sociedad ve la etapa de la vejez, así como respecto del temor que se produce en las personas de llegar a esta etapa de vida.

Las teorías en que se basó la investigación corresponden a la Gerontología Crítica, la cual busca mirar a las personas mayores con perspectivas renovadas, con un enfoque positivo que busca el desarrollo integral y, por supuesto, con enfoque intergeneracional, centrándonos en el enfoque hermenéutico, ya que nos permitió comprender y analizar de mejor manera las experiencia que se recogieron de fuentes secundarias a través de lo documental en cuanto a las relaciones intergeneracionales en los diferentes países.
Es por ello que se planteó la pregunta de investigación: ¿cómo las relaciones intergeneracionales de las personas mayores que se generan en Latinoamérica influyen en el envejecimiento positivo y en las relaciones con las distintas generaciones?

1. ANTECEDENTES GENERALES

Dentro del continente podemos ver como existen diversos países en los que se proyectan altos índices de envejecimiento que se vivirán en los próximos años, debido al aumento de la esperanza de vida, la transición demográfica muestra un aumento significativo en la proporción y en el número absoluto de personas de 65 años y más, dentro de países como Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay, quienes presentan mayor índice de personas de tercera edad en su población actual. Es relevante analizar cómo se llevan a cabo relaciones entre las generaciones que conviven en la sociedad y qué efectos tienen estas relaciones intergeneracionales en sus vidas, si estas realmente permiten que se generen los espacios de interacción entre jóvenes y mayores donde estos comparten experiencias sociales.

Es necesario fortalecer estas instancias para llevar a cabo las relaciones intergeneracionales positivas dentro de los diversos países, tanto en un ámbito interno como externo. El primero se refiere a las relaciones que se desarrollan en el ámbito familiar, en el hogar en relación con los hijos y nietos de las personas mayores, instancias donde realizan tareas domésticas como armar la mesa, mirar televisión y realizar actividades cotidianas; la segunda instancia es pública, como junta de vecinos, actividades desarrolladas por municipios, universidades, entre otros. Siendo importante contribuir en crear espacios intergeneracionales donde las personas mayores se puedan sentir cómodas, donde puedan participar y se sientan integradas, donde compartan experiencias del pasado y el presente.

Cuando las sociedades valoran realmente la sabiduría de las personas mayores se puede hablar de relaciones intergeneracionales efectivas; es decir, cuando los jóvenes quieren dialogar voluntariamente con las generaciones mayores porque han descubierto su valor y sabiduría. Ahí se puede afirmar que ambos involucrados realmente tienen un diálogo nutritivo y podemos mencionar que existen relaciones intergeneracionales con efectos positivos,

El trabajo intergeneracional tiene un gran potencial como agente […] de desarrollo social y el cambio; la solidaridad intergeneracional no solo consiste en apoyar a las personas de edad sino en propiciar las condiciones para […] participar y contribuir al desarrollo y bienestar de la sociedad (OISS, 2017, p. 3).

En Latinoamérica solemos observar familias extensas en las cual encontramos relaciones intergeneracionales, ya que, siendo las personas mayores quienes participan en el desarrollo de las diversas generaciones de su entorno, en especial en la infancia, es donde vemos las primeras relaciones intergeneracionales que realizamos a lo largo de la vida.

2. 1. Beneficios de relaciones intergeneracionales en personas mayores

Realizar programas y proyectos intergeneracionales en los ámbitos tanto público como privados produce efectos positivos para las diversas generaciones que participan de estos, ya que, “pueden ser un instrumento de gran viabilidad, tanto en la participación de personas mayores para que sus voces puedan ser escuchadas, como en los beneficios que conllevan para las generaciones más jóvenes […] pueden recibir experiencias, construir conocimientos” (Moreno; Martínez y Escarbajal, 2018, p. 33). Esto debido al reconocimiento de sus conocimientos los cuales comparten con las nuevas generaciones, que están dispuestas a conocer nuevas formas de vida, de la misma manera los mayores están dispuestos a conocer cómo viven estos jóvenes, beneficiándose así ambos grupos etarios con la sabiduría del otro.

Estos conocimientos son un aprendizaje recíproco para quienes participan de estas experiencias, donde encontramos a dos grupos dispuestos a generar una participación mutua en la cual se entregan y reciben nuevos conocimientos, “la reciprocidad es un comportamiento que, paradójicamente, logra aunar y complementar el autointerés y el altruismo para lograr un objetivo común de forma más eficiente, eficaz y, sobre todo, justa” (Calvo, 2020, p. 69). Es así como ambos grupos insertos en una realidad social son parte de la vida del otro cuando se generan espacios, en los que alimentan sus conocimientos al mismo tiempo que le enseñan al otro una realidad desconocida para esa persona por medio de un intercambio simétrico.
Este intercambio simétrico de información, realidades o costumbres permite que las personas logren observar de mejor manera el ¿cómo? y ¿por qué? de la realidad de la persona con la que interactúa día a día, de esta forma pueda existir una mejor comprensión de la forma de ser o de pensar del otro, en especial cuando los más jóvenes sienten que los mayores no tienen mucho por aportar y es este pensamiento el que debemos cambiar, “para trabajar en equipo como país en desarrollo, donde las personas de 60 años y más son protagonistas del cambio cultural, donde el legado de costumbres, tradiciones, saberes y sabores enriquecen y le dan verdadero valor a la sociedad” (OISS, 2017, p. 6). Es preciso generar espacios en los países en los cuales estos mayores puedan desenvolverse con las distintas generaciones, compartiendo su sabiduría y saberes, creando un aprendizaje mutuo el cual fortalezca no solo a quienes participan de esto, sino que a quienes aún no son conscientes de la importancia de estas relaciones.

En cuanto a las experiencias de relaciones intergeneracionales con las personas mayores en Latinoamérica, lo primero en que nos debemos enfocar es en dejar atrás las perspectivas tradicionales del envejecimiento, mirando con una nueva perspectiva este proceso donde “el envejecimiento activo es el proceso de optimización de las oportunidades de salud, participación y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen” (OMS, 2002, p. 6), permitiendo que los mayores tengan una mejor calidad de vida y un envejecer digno en el cual ellos sean parte de los cambios sociales.

Esta investigación se posicionó sobre la base de la “Gerontología Crítica, (que) asume como idea matriz que la experiencia de envejecer está influida fundamentalmente por la clase socioeconómica, el género, la etnia y las interacciones entre ellas” (Minkler, 1996; Polivka, 2006, citado en Barros, 2010, p. 2). Como señala la cita, esta tiene aproximaciones distintas, ya que no solo busca entender cómo se produce una construcción social de la vejez, sino que busca cambiar esta perspectiva mediante estrategias de políticas, considerando a las personas mayores como sujetos activos en la construcción de un envejecer mejor.

Por ende, generar y aportar a las investigaciones de envejecimiento-vejez es favorable para generar cambios con la imagen que se tiene del envejecimiento tanto en lo político, social y cultural de este, diseñando una nueva forma de ver el envejecimiento mediante nuevas estrategias, fomentando la creación de proyectos y programas intergeneracionales. Es aquí donde el Trabajo Social como las Ciencias Sociales, tienen un gran trabajo para realizar y generar aportes que participen en la creación de más programas y políticas que apoyen el trabajo intergeneracional, donde se logre trabajar frente al pensamiento social de las personas frente a lo que corresponde al envejecimiento y vejez.

2. 3. Las relaciones intergeneracionales a través de la disciplina

Desde la disciplina “el trabajo social con personas adultas mayores deberá dar cuenta de la extensión hacia el contexto social y familiar de la persona para crear o transformar acciones que faciliten el hacer frente a las situaciones particulares” (Paola, Danel y Manes, 2012, p. 131), realizando acciones concretas y participativas en la creación de programas que favorezcan una mejor relación con las personas mayores dentro de la sociedad, lo que abra las puertas a nuevas investigaciones, programas y proyectos intergeneracionales que participen en el cambio de una sociedad para todas las edades.

Así es como “el Trabajo Social realiza sus aportes tanto desde los aspectos de promoción de salud y calidad de vida en el proceso de envejecimiento, como en el estudio e intervención en poblaciones de mayores en situación de dependencia” (Paola; Danel y Manes, 2012, p. 8). El conocer cómo se desenvuelven las personas mayores en los diferentes ámbitos y contextos ya sea social, familiar o comunitario, nos entrega una mejor imagen de la realidad de estos conociendo sus necesidades y requerimientos para poder obtener un mejor envejecimiento para llegar a una vejez digna.

El Senama en Chile, nos menciona que existen distintas personas mayores, unas autovalentes y otras con capacidad reducidas; sin embargo, dichas características no impiden que las personas mayores puedan vivir su etapa de envejecimiento de forma positiva, en comunicación con su entorno social, es por esto, que al cuestionar:

[…] todos los supuestos y valores sociales construidos desde las teorías tradicionales, lo que llevará a revisar y reformular conceptos como el de la familia, independencia, autonomía, integración, participación, salud entre otras, por considerarlas construcciones y prácticas socioculturales (Retamosa, 2017, p. 24).

Es relevante para la construcción social, dado que cada persona mayor tiene una realidad diferente donde su familia y contexto es único, pero para que las personas mayores puedan tener un envejecimiento positivo alejados del aislamiento social, aquello es importante debido a que las redes que los rodean pueden generar oportunidades de encuentros intergeneracionales, donde obtienen intercambios de conocimientos y diálogos nutritivos donde la reciprocidad sea el centro. Según Paola; Danel y Manes (2012, p. 8), es necesario superar el aislamiento regional e institucional y promover la visibilidad y sistematización de las experiencias locales, que habilite una mayor integración de los diferentes saberes en este campo.

La generación de espacios interdisciplinares donde se trabaje desde la Psicología, Trabajo Social o Derecho permiten alcanzar una mejor calidad de vida para las personas mayores, debido a que estas en conjunto conocen las características sociales, políticas y económicas que presentan. Y el trabajar en conjunto permite tener las herramientas necesarias para optar a un cambio positivo y duradero en el tiempo que toma mayor relevancia, permitiendo que se generen espacios intergeneracionales llenos de experiencias positivas y enriquecedoras para todos los actores sociales que participan de estos.
Senama indica que:

[…] el envejecimiento positivo nos habla de los mayores desde un enfoque de derechos, como personas claves en nuestras sociedades, y del envejecimiento no solamente como el hecho de llegar a cierta edad, sino como una construcción de las sociedades respecto a las maneras de envejecer (Senama, 2018, p. 3).

Como la misma cita nos indica, las personas mayores son clave dentro de nuestra sociedad, el envejecimiento y buen trato para estos tiene un rol importante por parte del Estado y la sociedad civil quienes deben asegurar una buena calidad de vida, además de lograr la plena inclusión social de estos en la comunidad.

Como señalan Rodríguez y Vidal (2015), lo intergeneracional es uno de los pilares fundamentales para promover el envejecimiento positivo, ya que, permite fomentar la relación entre las personas mayores y la población infanto-juvenil, la cultura de convivencia entre generaciones más próximas, además permitirá mayor solidaridad intergeneracional, cohesión social, participación e inclusión social. Desde la gerontología crítica “se propone entonces, una revisión exhaustiva que analice los vínculos y rupturas existentes entre los significados socioculturales asignados al proceso de envejecimiento y vejez con los discursos planteados a nivel científico y social” (Piña, 2010, p. 85).

Es necesario que las organizaciones puedan intervenir para generar espacios de relaciones intergeneracionales, dentro de todos los contextos sociales de cada país porque tiene efectos que ayudan al bienestar de las personas mayores, “las generaciones más jóvenes aprenden de los adultos a través del intercambio del conocimiento y la experiencia que les transmiten personas de mayor edad; la convivencia entre adultos les favorece una socialización más sana y con participación” (OISS, 2017, p. 9).

2. METODOLOGÍA

El enfoque epistémico que se utilizó fue fenomenológico, si bien este método es expuesto por Edmund Husserl, como señala Leal (2003), el método fenomenológico se orienta hacia el abordaje de la realidad partiendo del marco de referencia interno del individuo. Asimismo, se busca la comprensión y demostración de la esencia constitutiva, esto quiere decir la comprensión del mundo mediante una interpretación lo que hace desplegar acciones específicas. El enfoque fenomenológico fue clave dentro de nuestra investigación, ya que logramos analizar reflexivamente las experiencias de las relaciones intergeneracionales vividas en diferentes contexto públicos o privados en los países de Latinoamérica, así mismo a través de este enfoque se pudo rescatar aspectos esenciales que determinaron el sentido fundamental en nuestra sociedad. Recogiendo experiencias de los actores mediante fuentes secundarias, no directamente, el fenómeno fue conocido desde los testimonios de los actores obtenidos mediante documentos.

El método utilizado en esta investigación corresponde al documental o bibliográfico, puesto que la información se obtuvo de fuentes secundarias, la cual consiste en libros, revistas científicas y documentos en general sobre la temática en estudio. Abordada desde la investigación documental, propone una alternativa que recupera los significados de la información atribuidos por los autores, a partir de la interpretación y análisis de los contenidos vinculados con el tema, “la investigación social basada en documentos se dedica a reunir, seleccionar y analizar datos que están en forma de “documentos” producidos por la sociedad para estudiar un fenómeno determinado” (Torres, 2019, p. 149). Cabe señalar que el conocimiento se construye a partir de su lectura, análisis, reflexión e interpretación, lo cual permite construir significados y compartir con otros las indagaciones que resulten de dicho proceso.

El tipo de investigación fue cualitativa y exploratoria, lo que permitió comprender el tema de estudio mediante análisis, bien podemos decir que “en los estudios exploratorios se abordan campos pocos conocidos donde el problema, que solo se vislumbra, necesita ser aclarado y delimitado” (Jiménez, 1998, p. 12). Mencionar que la investigación es exploratoria, si bien sí existen investigaciones y artículos de relaciones intergeneracionales, lo nuevo es los efectos que producen las relaciones intergeneracionales en ambas partes involucradas.

3. TÉCNICAS UTILIZADAS

En cuanto a las técnicas aplicadas en el estudio de esta investigación, se eligieron aquellas que sin duda permitieron un mayor ordenamiento de información y análisis. Para ello se utilizaron estrategias de búsqueda, las cuales fueron a través de revistas científicas y páginas web, para encontrar datos coherentes como herramientas para obtener los resultados esperados, como son las revistas indexadas en páginas como Scielo, Redalyc, etc.
● Técnica de búsqueda: como principales medios de búsqueda utilizamos las revistas científicas tales como Rumbos TS o Tabula Rasa; sin embargo, la mayoría de las experiencias las encontramos en la Red Latinoamericana de Gerontología. De esta forma se buscó artículos dentro de los últimos diez años de autores que trabajaron el tema de envejecimiento y las relaciones intergeneracionales, lo que permitió construir un estado del arte pertinente a la temática.
● Técnica de fichaje: en cuanto a estas técnicas se elaboró una herramienta con ciertas características para definir la búsqueda de experiencia educacionales, sanitarias, comunitarias, pública o privada.
● Técnica de análisis: frente a los documentos analizados y de acuerdo con las categorías obtenidas de los fichajes se agruparon los conceptos que más se repetían en cada una de las experiencias intergeneracionales de los diferentes países, lo que permitió analizar y posteriormente llegar a conclusiones.

4. RESULTADOS Y ANÁLISIS

A continuación, se desarrollaron los resultados del análisis de la investigación documentada sobre experiencias intergeneracionales, realizando una revisión por cada país a través de la matriz de análisis de efectos y matriz de categorías y subcategorías.

● Argentina: ámbito educativo-comunitario, encontrando distintas experiencias que se producen en un sentido intergeneracional en el sector público. Una de estas la apreciamos en el Centro de Adultos Mayores (CAM), del Departamento de Salud Comunitaria de la UNLa en la Universidad Nacional de Lanús, este espacio genera un desarrollo de conocimientos y prácticas solidarias en el que se puede apreciar cómo las generaciones interactúan entre ellas, enfocados al respeto por la cultura y la memoria social, la cual comparten fortaleciendo el tejido social. La CAM-UNLa tiene distintos programas, uno de estos es el voluntariado social, este es un departamento de salud comunitaria dentro de la universidad, que trabaja con temas de personas mayores poniendo énfasis en el trabajo comunitario.
Otro aporte lo encontramos en la Universidad Nacional de La Matanza, los aportes generados facilitan las relaciones intergeneracionales que repercuten positivamente en el bienestar de las personas mayores y mucho más en los jóvenes. Así es como en estos espacios comunitarios para diversas generaciones les permite participar en distintos cursos o talleres, por ejemplo: ejercicios de estimulación cognitiva, actividad física o expresión corporal. Así vemos como “evitar el aislamiento y favorecer la toma de conciencia acerca de sus derechos, valorizando su legado como ciudadano hacedor de la historia” (Martínez; Acuña y Tuzzi, 2014, p. 7). Las actividades lúdicas como el dibujo o pintura ayudan a compartir mediante la creatividad, por medio de estas acciones artísticas es donde se logra conocer al otro y participando de estas experiencias intergeneracionales, aprendiendo los unos de otros quienes apoyan la creación de nuevos saberes.

● Chile: encontramos el ámbito educacional como principal pilar de las relaciones intergeneracionales mayoritariamente en el sector público, por ejemplo: actividades como seminarios, charlas, clases o reuniones que se producen con profesionales, estudiantes y la comunidad. El seminario que se generó en la Universidad de Antofagasta, Chile, en 2016, organizado por las académicas del Departamento de Enfermería, produjeron actividades intergeneracionales, las cuales se plantearon el desafío de avanzar y superar la expresión de modelos rígidos, que limitan a las personas en la convivencia asociada a grupos etarios. En este sentido, conseguimos apreciar con el análisis los distintos espacios educativos y comunitarios en los que las generaciones se relacionan, por medio de actividades recreativas o académicas que causan el interés de los ciudadanos que participan en talleres, clubes, cursos o reuniones que promueven saberes entre las generaciones.
Otro encuentro intergeneracional realizado en el país fue la experiencia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, mediante el programa de Adulto Mayor, se llevó a cabo una actividad donde participaron niños/as y docentes del Colegio Instituto Sagrado Corazón y personas mayores ciegas de la fundación Baldomero Lillo. Con el fin de derribar los mitos que se tienen respecto de ambas generaciones,
[…] de acuerdo con las opiniones de los niños, la experiencia les permitió darse cuenta de que las personas mayores ciegas no tienen mayores impedimentos y que son capaces de reinventarse, de comenzar de nuevo y de sobreponerse a las dificultades (Programa Adulto Mayor UC, 2016, p. 1).
A través de esta actividad se buscó promover las relaciones intergeneracionales, con el fin de crear nuevos aprendizajes en los cuales se pueden observar efectos positivos fomentando la empatía, inclusión y aprendizajes mutuos favorables para relaciones intergeneracionales efectivas.

● Colombia: se encontraron experiencias intergeneracionales en los ámbitos comunitarios, sanatorios y educacional que se desarrollan, en su mayoría, en las áreas del arte, el deporte y la cultura.
Un proyecto impulsado por el instituto de participación ciudadana de la ciudad de Bogotá, denominado: Años a la lata, parche de jóvenes y personas mayores, impulsa la reconstrucción intergeneracional, a través de grupos de jóvenes y personas mayores, comenzando a realizar arte callejero, es decir graffiti, donde se unen a pintar murallas de Bogotá con contenido entretenido, dibujos o mensajes significativos para la población. Fue una experiencia nutritiva para ambas generaciones, aumentó la autoestima y recuperó la confianza en los jóvenes, y para la población más joven fue importante aprender de la experiencia, de una actividad donde salieron a las calles y compartieron mediante la realización de graffiti.
La reconstrucción del tejido social a través de diferentes generaciones es importante para la sociedad, ya que permite eliminar la brecha intergeneracional existente, de esta forma al realizar actividades con diferentes generaciones se logra construir nuevas identidades, en este caso el encuentro de las personas mayores y los jóvenes mediante el arte es una experiencia que sale de lo común y se da en espacios libres como es la calle, el efecto que produjo esta unión de generaciones a través del arte fue positiva y gratificante para ambas partes donde pudieron conocer e intercambiar conocimientos.

● México: en cuanto a las experiencias intergeneracionales se puede observar, en los ámbito educacional-comunitario, una de las experiencias de relaciones intergeneracionales estudiadas se llevó a cabo en 2016, basado en un proyecto de investigación con el propósito de generar relaciones intergeneracionales entre jóvenes universitarios y grupo de personas mayores, dicha experiencia estuvo basada en escenarios de aprendizajes donde se compartían experiencias y conocimientos en torno a educación y salud.
Con el propósito de generar cambios en la salud de los jóvenes y de las personas mayores, esta experiencia permitió mayor aprendizaje e intercambio de conocimientos, fortaleciendo la comunicación y sobre todo el cambio de perspectiva que tenían los jóvenes sobre las personas mayores:
La segunda experiencia da cuenta de las diversas actividades que comparten las personas mayores con niños de primaria, estudiantes de preparatoria y docentes, unas de las actividades realizadas son talleres de WhatsApp o clase de computación, en estas actividades ambas generaciones comparten aprendizajes generando un espacio de participación y de compartir. Estas experiencias que se desarrollan en los distintos espacios “hemos logrado reconocer la necesidad de implementar proyectos intergeneracionales en centros educativos e instituciones que trabajan con adultos mayores, ya que nos encontramos con el desconocimiento acerca de los proyectos intergeneracionales” (Hernández, 2015, p. 2).

● Uruguay: las experiencias de relaciones intergeneracionales en Uruguay se producen al igual que en el resto de los países, mayoritariamente en el ámbito educacional y comunitario, donde se realizan diversas actividades con niños, jóvenes, personas mayores, entre otros, siendo todas estas de efectos positivos. Igualmente, podemos dar cuenta que a través de las experiencias de relaciones intergeneracionales se produce una mayor autoestima y reconocimiento, como lo señala el encuentro de Saberes Compartidos:
Quiero seguir en el grupo porque es gratificante que después de siete años siga vivo, siga funcionando, pero no por inercia sino porque desde la dirección del colegio, los maestros, que para mí son fundamentales, los chiquilines y nosotras, queremos que siga funcionando, siempre con respeto, integrando y divertido (Hernández, 2015, p. 4).
En cuanto a los mentores socioeducativos, recurso social para la educación, da cuenta de una experiencia piloto, el centro seleccionado es el liceo ubicado en la zona de Casavalle, donde los estudiantes reciben apoyo mediante padrinos (personas mayores), principalmente porque los jóvenes al terminar su primer ciclo se enfrentan a una realidad diferente donde muchos no continúan sus estudios, es por ello que el liceo y el programa de gerontología abrió una convocatoria para las personas mayores que quisieran participar de este proceso. Como resultado se puede observar que la experiencia resultó significativa para los y las jóvenes, el apoyo recibido por parte de las personas mayores le permitió tener una mirada totalmente distinta en cuanto al proceso educativo y sobre todo en lo personal.

Los resultados presentados a continuación, serán planteados de acuerdo con los objetivos específicos de la investigación:

• Objetivo 1: identificar las experiencias de las relaciones intergeneracionales de personas mayores en Latinoamérica en contexto público y/o privado.

En la investigación documental se identificaron las siguientes experiencias de las relaciones intergeneracionales en los países elegidos, dichas relaciones en ámbitos educacional, comunitario y de salud. Se identifican las experiencias intergeneracionales según ámbito, país y de instituciones públicas, privadas o mixtas existiendo mayores relaciones intergeneracionales en el ámbito público y también de ámbito comunitario, donde las principales actividades están relacionadas con el arte como: música, pintura, teatro, voluntariados y el uso de las nuevas tecnologías. Con un total de 27 experiencias de relaciones intergeneracionales en Latinoamérica, donde 17 experiencias son del ámbito público, 7 del ámbito privado y 3 experiencias mixtas.

Mencionar que, en el desarrollo de las experiencias de relaciones intergeneracionales, la diferencia en cuanto al desarrollo en ámbito público y privado es que en el ámbito público generalmente se hacen las actividades en lugares más abiertos como lo son la calle para el arte callejero o canchas de fútbol, en el ámbito privado se realizan en aulas, donde se llevan a cabo talleres de alfabetización digital o aprender idiomas. Según las instituciones públicas, privadas o mixtas el resultado ha impactado de manera positiva en la vida de ambas generaciones.

• Objetivo 2: describir las experiencias de relaciones intergeneracionales con personas mayores en diferentes países de Latinoamérica.

Respondiendo al objetivo número dos de esta investigación, podemos indicar que existen diferentes tipos de espacios en donde es posible desarrollar las experiencias intergeneracionales a lo largo de los países del continente. Estas experiencias analizadas permiten desarrollarse en diferentes aspectos de su día a día, con las herramientas que adquieren de estos contactos intergeneracionales de los que participan, también logramos observar cómo aquellas experiencias revisadas tienen un efecto positivo sobre estos. Validando a las personas en sus pensamientos y opiniones favoreciendo su autonomía y autoestima, podemos ver cómo se reproducen y generan nuevos conocimientos que favorecen a las distintas generaciones que viven y aprenden juntas, en estos espacios intergeneracionales donde están dispuestos a escuchar y ser escuchado.
Y permiten dejar de lado los pensamientos negativos que se sostienen de las personas mayores, aquí encontramos que uno de los prejuicios existentes como es el edadismo, que es “el profundo malestar de los jóvenes y adultos de mediana edad frente a la inutilidad […] de la vida en la vejez” (Huenchuan, 2018, p. 90). Podemos observar cómo estas personas tienen un mal concepto de la edad adulta y lo representan con prejuicios y estereotipos, basado en ideas erróneas formadas a lo largo de sus vidas respecto de las personas mayores.

Para ejemplificar estas experiencias que se desarrollan en espacios públicos en las distintas áreas sociales en las que las personas participan, produce relaciones intergeneracionales positivas:

Ámbito educativo:
– Jardines
– Escuelas
– Universidades

Ámbito comunitario:
– Voluntariados
– Centros comunitarios
– Clubes de personas mayores
– Teatros
– Municipios
– Talleres (en los que podemos encontrar cursos de dibujo, escritura, idiomas, ejercicios de estimulación cognitiva, actividad física o expresión corporal).

En actividades tales como:
– Argentina: programas alfabetización digital, voluntariados sociales, organización Papelnonos, encuentros entre generaciones, cine-debate, proyectos como Adultos independientes, programa Construyendo autonomía o De mayor a menor.
– Chile: seminarios universitarios, Voluntariado Asesores Seniors, proyecto Colegio Instituto Sagrado Corazón y Fundación Baldomero Lillo o programa municipal “Quiero mi Barrio”, Plan de Alfabetización “Contigo Aprendo”.
– Colombia: Años a la lata, actividades deportivas, talleres de yoga y pilates, club de personas mayores.
– México: talleres de WhatsApp, clases de computación, campeonatos de ajedrez, proyecto de investigación entre jóvenes universitarios y grupo de personas mayores.
– Uruguay: concurso nuevas historias por medio de fotografías, inclusión digital, actividades recreativas y didácticas, presentación de un libro que lleva por título Saberes compartidos o Adultos mayores como mentores socioeducativos.

Estas actividades reúnen a personas de todas las edades para formar parte de un mejor desarrollo inclusivo, estas instancias permitieron que las distintas generaciones dialoguen entre sí combinando el pensamiento que tienen los unos de los otro, por medio del enfoque de la Gerontología Crítica la cual intenta busca cambiar la perspectiva del envejecimiento considerando a las personas mayores como sujetos activos. Donde se consideren todas las variables de la trayectoria de vida de los individuos en donde “se propone entonces, una revisión exhaustiva que analice los vínculos y rupturas existentes entre los significados socioculturales asignados al proceso de envejecimiento y vejez con los discursos planteados a nivel científico y social” (Piña, 2010, p. 85). Cuando logramos recuperar las experiencias de cada una de las generaciones, recuperamos la sabiduría de cada uno para ponerlas en práctica en un futuro favoreciendo de esa manera nuestras posibilidades de crecimiento mutuo, pero en especial para eliminar estos conceptos tan negativos que tienen las personas de la llegada de la tercera edad.

Sobre todo, porque el fomentar lo que respecta al envejecimiento activo no solo “beneficia a las personas mayores, sino a todos los ciudadanos. Ayuda a las personas mayores a mantener más tiempo, su independencia y autonomía […] pudiendo ser, durante más tiempo, un gran potencial humano para la sociedad” (Limón y Ortega, 2011, p. 231). Las personas mayores al sentirse más independientes y autónomas dentro de su diario vivir logran conseguir elementos positivos para sus vidas, disminuyendo los niveles de estrés, ansiedad, depresión, entre otros efectos negativos existentes en esta etapa de la vida.
Trabajar estas experiencias intergeneracionales desde el enfoque de la solidaridad intergeneracional, la cual busca la cooperación e integración entre personas de diferentes generaciones compartiendo saberes y experiencias. Pues, “la solidaridad intergeneracional es un factor importante en un enfoque moderno del envejecimiento activo. Este factor significa tanto equidad entre las generaciones como la oportunidad de desarrollar actividades que abarquen a las distintas generaciones” (Rodríguez y Vidal, 2015, p. 268). Este envejecimiento activo tiene efectos positivos en la vida de los mayores porque mejoran su calidad de vida, autoestima y percepción de sí mismos, de este modo sienten que son capaces de poder desarrollar distintas habilidades que adquieren de los aprendizajes compartidos con jóvenes, creando mejores oportunidades de relacionarse fomentando la cooperación mutua.

Por otro lado, respondiendo los cuestionamientos surgidos en la investigación respecto de este segundo objetivo podemos señalar que:

– En estas relaciones intergeneracionales podemos ver como participan niños/as, adolescentes, jóvenes, adultos y personas mayores sin importar las clases sociales.
– Las relaciones intergeneracionales se desarrollan principalmente desde el interés de quienes participan, son ellos y ellas quienes llevan a cabo los talleres y actividades en distintas áreas tanto educativas, comunitarias o sanitarias para fomentar las relaciones interpersonales positivas.
– Las actividades están presentes en cada país del continente, las podemos encontrar en escuelas y universidades como cursos o talleres, por ejemplo: actividades como el cine debate en Argentina, donde las personas mayores eran invitadas a participar de una tarde de cine para posteriormente comentar y analizar las películas con la comunidad, o en México, donde las personas mayores fueron invitadas a participar de un torneo de ajedrez con estudiantes de preparatoria llamado: Cómo te ves, me vi, que fomentaba las relaciones intergeneracionales y la sensibilización sobre la cultura de la vejez.
– O en espacios comunitarios donde vemos experiencias intergeneracionales tales como talleres de zumba o clases de yoga, que permite que las personas mayores puedan mantenerse sanos tanto física como psicológicamente al compartir con otros. Igualmente, existen talleres de dibujo, clases de teatro, escritura o talleres radiofónicos en donde los mayores y jóvenes comparten su amor por la radio, un ejemplo de esto sucedió en Argentina donde abuelos/as y nietos/as participan del programa: Un dial a la vez, que desde 2016 los une en charlas-taller que promueve el intercambio intergeneracional.

Por medio del análisis realizado durante esta investigación, podemos dar cuenta de cómo estos espacios favorecen no solo a las personas mayores y el envejecimiento activo, sino que también a cada una de las personas más jóvenes que participan en espacios de educación-comunitaria. Porque es aquí donde las personas desarrollan gran parte de su vida y donde conviven con otros, por estos motivos crear más espacios como estos es necesario para que las personas compartan y desarrollen nuevos conocimientos.

• Objetivo 3: analizar el efecto que generan las relaciones intergeneracionales en personas mayores y en los grupos etarios relacionados.

Las relaciones intergeneracionales investigadas tienen un efecto positivo y bidireccional es decir en ambas generaciones provoca efectos positivos, mejora la autoestima, ayuda a la participación social y disminuye la situación de soledad. Además de que se sienten personas aceptadas y se desenvuelven con comodidad en las actividades, “por su parte, Cecilia Benedetti, pobladora de lo Méndez, valoró la posibilidad de relacionarse con los estudiantes y aprender de ellos” (UCSC, 2017, p. 1). “Actividades como estas permiten que uno comparta su sabiduría y experiencia y aprenda de los conocimientos de los jóvenes, lo que nos permite mantenernos activos e integrados al mundo” (UCSC, 2017, p. 1).

Asimismo, mencionar los efectos que ha provocado las relaciones intergeneracionales especialmente en los jóvenes y niños, ha permitido derribar las percepciones negativas que tenían frente a las personas mayores, por lo que se ha logrado revertir de gran manera al compartir en los encuentros, donde los jóvenes reconocen la motivaciones, sabiduría y experiencias que poseen las personas mayores frente a las actividades que se desarrollan, “adultos mayores y niños compartieron risas. Y a partir del juego, se acercaron a pensar cómo vivían y viven los que hoy son mayores” (Red Latinoamericana de Gerontología, 2010, p. 2). En esta experiencia en particular se puede apreciar la solidaridad intergeneracional, donde ambas generaciones comparten experiencias, sabiduría que sin duda enriquecen a cada una de las generaciones.

Igualmente, al desarrollarse los encuentros de relaciones intergeneracionales en espacios educativos ha permitido que los docentes participen y den cuenta de los efectos que provoca las relaciones intergeneracionales, donde ha sido una oportunidad de poder conocer de cerca estas experiencias que resultan gratificante para ellos.

Trabajamos con todas las vetas de las mayores, el humor, el drama, han actuado, han cantado, han hecho reír al Colegio entero. Lo que quisiera transmitir a los maestros es que se animen a participar, porque es una experiencia que vale la pena y es muy gratificante para todos los involucrados (Korotky, 2015, p. 3).

Frente al análisis de la matriz, podemos mencionar los conceptos que más se repetían en cuanto a las experiencias de cada uno de los países, tanto en el ámbito de educación, salud y comunitario.
– Autoestima
– Comunicación
– Sabiduría
– Oportunidad

Como efecto de cada una de las experiencias y ámbitos seleccionados fueron las siguientes:
– Gratitud
– Nuevos aprendizajes
– Conexión emocional
– Mayor reconocimiento

De acuerdo con las experiencias intergeneracionales encontradas en cada uno de los países, podemos señalar que existe una solidaridad intergeneracional, ya que las experiencias son recíprocas entre las personas mayores, jóvenes, niños, docentes, entre otros, en las que podemos encontrar espacios de cooperación mutua, integración e intercambio de saberes entre las distintas generaciones que participan, las cuales se expresan y comparten sus experiencias, ideas y sabiduría. Donde en cada una de estas generaciones existen fortalezas que son compartidas en las diversas actividades, realizadas en los distintos ámbitos, tanto públicos como privados de la sociedad, lo que proporciona mayores herramientas para el envejecimiento positivo de las personas mayores.

Envejecimiento Positivo, propuesta desarrollada por el Estado de Chile para dar respuesta a las consecuencias del envejecimiento y vejez. Su objetivo es promover los derechos de las personas mayores de manera integral, facilitando las oportunidades de participación en la sociedad, así como también, fomentar la autonomía y prevenir la dependencia (Prieto y Cartagena, 2018, p. 3).

CONCLUSIONES

La investigación documental presentada anteriormente sobre las relaciones intergeneracionales identificadas, descritas y analizadas en cinco países de Latinoamérica, los cuales arrojaron resultados favorables para ambas generaciones, principalmente porque a través de las experiencias, se pudo constatar que las relaciones intergeneracionales aporta conocimiento para ambas generaciones, aquello permite derribar los mitos y prejuicios en relación con la vejez que poseen las personas de generaciones más jóvenes. Igualmente, esto permite un rol más protagónico de las personas mayores quienes participan, opinan y sobre todo comparten experiencias únicas de vida, es por lo que, frente a las actividades de interés, las personas mayores se desenvuelven con mayor comodidad, ya que son incluidos y aceptados en torno a la música, actividades recreativas, entre otros, por ende, permite mejorar su autoestima y complementarse con otros.

Frente a las distintas actividades de relaciones intergeneracionales que se realizan en los diferentes países existiendo una solidaridad intergeneracional, ya que existe un interés de participar de los encuentros de las distintas generaciones, sobre todo compartir experiencias y sabiduría, permitiendo un envejecimiento activo que les permite ser incluidos y reconocidos por las generaciones más jóvenes al compartir estas experiencias.

Finalmente, de acuerdo con la investigación llevada a cabo durante este periodo y después de analizar cada una de las experiencias intergeneracionales en el continente, podemos afirmar lo importante que es el generar espacios de relaciones intergeneracionales directas entre jóvenes con personas mayores. Por dos motivos, el primero es el cambio de perspectiva en el pensamiento de los jóvenes y los/as mayores, es sabido que la llegada de la tercera edad no es del agrado de una parte significativa de la población, quien tiene miedo a envejecer, permitiéndoles conocer una nueva realidad que es generada gracias al intercambio intergeneracional que producen estos proyectos y programas sociales.

El segundo motivo lo encontramos en los beneficios que divisamos en el envejecimiento activo, esto permite que las personas mayores tengan un mejor bienestar psicológico y social. Además, que participen activamente de las sociedades en diversos ámbitos o áreas que les permiten un mejor envejecimiento, es debido a todos estos factores que el fomentar las relaciones intergeneracionales en los países del continente, se convierte en un trabajo fundamental y necesario creando nuevos espacios que permitan el desarrollo de cada individuo. En especial cuando se trata de las relaciones intergeneracionales que se pueden producir con las personas mayores, lo que favorece a estos y a los más jóvenes que están dispuestos aprender desde la sabiduría aquellas personas mayores.

Todo esto nos permite señalar que las interacciones intergeneracionales se convierten en acciones indispensables para la vida de cada persona, es aquí donde el Trabajo Social interviene desde diversos ámbitos, como colegios, hospitales, universidades o centros comunitarios, participando con la comunidad y las familias de los actores, buscando las mejores herramientas para llevar a cabo una mejor inclusión social.

Insertos en un todo social, sea comunitario, familiar o individual, generan estos espacios de desarrollo social en los cuales estos programas sociales intergeneracionales, valoricen cuáles son las necesidades que estos tienen y mediante la intervención podemos procurar mejor condiciones e integración de estos. La disciplina debe trabajar en favor de la realización de proyectos y programas que beneficien a las personas mayores, mediante la intervención y la propia investigación teórica que esta puede aportar como disciplina dentro del envejecimiento activo, “el papel del trabajador social con las personas mayores […] realiza la valoración de la demanda y diseña la intervención en función de las necesidades existentes y de los recursos disponibles” (Llamas, 2011, p. 214). Asimismo, es necesario ver que como la disciplina aporta en “el proceso de aprovechar al máximo las oportunidades para tener bienestar físico, psíquico y social durante toda la vida. El objetivo es extender la calidad de vida, la productividad y la esperanza de vida a edades avanzadas” (Ramos; Yordi y Miranda, 2016, p. 332). Por ende, como una disciplina que estudia los contextos sociales en que las personas están insertas coexistido mutuamente, favorecer a la investigación y construcción de programas o proyectos que cambien la imagen que representa el envejecimiento pasa a ser una prioridad.

La investigación, permite abordar fenómenos de interés, asimismo adquiere aspecto relevante como son elementos teóricos y reflexivos “el Trabajador Social debe ser capaz de abordar el fenómeno del envejecimiento, no como un problema social, sino como una oportunidad de intervención” (Quezada; Rojas y Sepúlveda, 2018, p. 5). El fenómeno social que es el envejecimiento no debe ser abordado desde la mirada de un problema social, este tiene que ser tratado como una temática de oportunidades tanto dentro del trabajo como de levantamiento teórico de información que fomente las investigaciones desde la disciplina.

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